Es increíble la manera tan ilícita que tiene nuestra mente
de engañar nuestro sentir,
la forma en la que se esconden
esos pequeños pedazos de cordura,
dando pie a un sinuoso desliz.
Una caricia inventada que ondea mi espalda
y encrespa mi superficie de escarchada calidez.
Como atravesar despojado de toda compasión,
Como atravesar despojado de toda compasión,
un mar lleno de aguas embravecidas por el dolor,
entonando a la vez su nombre adornado
con asombrable admiración.
Clareando el cielo aparecen ,
los rayos del sol de la mañana
y cada vez que se rompen
las redes de tu espejismo
mi diamante de clarividencia
desaparece sin dejar rastro...